Wilkommen!: Viajando por las germanias (II)

Gute Nacht Dresdemaníacos!

Kennenlern-Wochenende in der Sächsischen Schweiz

En la entrada de hoy os queremos contar nuestra escapada al "Kennenlern-Wochenende in der Sächsischen Schweiz".

Como todo buen ERASMUS que se precie, al poco de llegar ya nos habíamos hecho la tarjeta ESN (altamente recomendada), y nos informamos sobre los eventos que organizaban. Nos llamó especialmente la atención pasar un fin de semana en la Sajona-Suiza (pese al nombre, está cerca de Dresden frontera con Rep.Checa). Y nos preguntamos, ¿por qué no? No lo pensamos 2 veces y nos apuntamos al momento.

Un viernes a eso de las 16h. quedamos en Hauptbahnhof (Estación principal de trenes) con el resto del grupo y con los organizadores y en apenas media hora estábamos en Stadt Wehlen, un pequeño pueblo con mucho encanto.

Nos alojamos en una especie de casa rural unas 30 personas venidas de todo el mundo: España, Alemania, Polonia, Francia, Italia, China, Hungría, Eslovaquia, etc.

El primer día se dedicó a conocernos a través de juegos, talleres sobre Alemania, y cómo olvidarlo, patatas, patatas, y más patatas. ¡Pelamos patatas con chapas de cervezas! Si hay algo por lo que se conozca a los alemanes son las cervezas, las salchichas y las PATATAS. Es increíble, con todo comen patatas. Y cómo no, también hubo un poco de fiesta, para que os vamos a engañar... Pero sin pasarse, ya que al día siguiente había que madrugar: ¡Nos esperaba una buena sesión de senderismo!

Sobre las 8.30h, estábamos ya en pie y dispuestos a conocer todo lo que nos rodeaba. Tuvimos que coger un tren y un autobús hasta llegar al lugar exacto donde comenzaba nuestra ruta. Estuvimos andando como 7 horas seguidas, con solo alguna paradita para recuperar el aliento, pero el esfuerzo mereció la pena. Eran unos paisajes increíbles. ¡Vaya vistas!

A media tarde estábamos ya de vuelta en la casa, y después de tiempo para duchas, cenas y descanso, continuamos con la fiesta del día anterior. Y esta vez duró un poco más :-) Hubo tiempo hasta de probar una bebida típica húngara: ¡Pálinka! ¡Qué decir del Pálinka,.. nos encantó! Tenéis que probarlo, pero con moderación =P

El domingo, madrugando también, nos dirigimos a realizar otra nueva ruta. Esta vez un poco más corta. El objetivo era llegar hasta un puente, Bastei. Mereció la pena pese a que esta ruta era algo más comercial y por tanto mucho turista y menos naturaleza.

Se nos olvidaba comentar un objeto que nos acompañó durante tooodo el finde: our shot glass. Como una imagen vale más que mil palabras...